El benemérito presbítero Don Miguel Leandro Guerra, Nació En la Hacienda de Santa Bárbara (hoy exhacienda de Castro), Municipio de Lagos de Moreno, el 28 de febrero de 1769, hijo de Don Miguel Jacinto Guerra y de Doña María Gómez Portugal.
Fue fundador, mediante legado de sus bienes, de los Liceos que llevan su nombre. Estos planteles se fundaron de conformidad con la disposición testamentaria que otorgó el donante, en México, 19 de Abril de 1834, ordenando que sus bienes fueran destinados a protección de los pobres y a la fundación de planteles educativos tanto para la enseñanza de las primeras letras, como para todos los ramos de la agricultura teórica y práctica. La teórica se seguiría en Lagos y la práctica en la Hacienda de Santa Bárbara, cuyo plan de estudios estaría basado en el método del abate Rossieu. Además, deberían establecerse enseñanzas de diversas artes y oficios.
Previendo el ilustre donante que sus bienes no tendrían buen fin, dispuso en el mismo testamento que: "Si por cualquier caso, sea el que fuere, y por parte de cualquier persona o personas, corporación o Gobierno, se embarazase esta fundación, o ya erigida se pretendiera cambiarse de cualquier manera que sea, es mi voluntad que se vendad inmediatamente todos mis bienes, sin que quede nada de invertido, y el producto se invierta sin detención ninguna en limosnas que se repartirán en este orden...hacía donación a sus herederos y familiares pobres y obras privadas de caridad."
Previendo el ilustre donante que sus bienes no tendrían buen fin, dispuso en el mismo testamento que: "Si por cualquier caso, sea el que fuere, y por parte de cualquier persona o personas, corporación o Gobierno, se embarazase esta fundación, o ya erigida se pretendiera cambiarse de cualquier manera que sea, es mi voluntad que se vendad inmediatamente todos mis bienes, sin que quede nada de invertido, y el producto se invierta sin detención ninguna en limosnas que se repartirán en este orden...hacía donación a sus herederos y familiares pobres y obras privadas de caridad."
El Padre Miguel Leandro Guerra fallecería el 10 de octubre de 1835.Dos de los albaceas del Padre Guerra, el señor Cura Don Rafael Larios y el licenciado Don Vicente Calvillo, sea por dificultades que previeron en la creación de la Escuela de Agricultura, ordenada en primer término, o inspirados por el deseo de abrir paso a la niñez en la carrera eclesiástica, idea dominante en aquella época, abrieron en los años de 1844 a 1846, una cátedra de latinidad regenteada por los Presbíteros Jorge Romo de Vivar y Don Alejandro Gómez de Portugal. Se establecieron escuelas primarias para niños de ambos sexos.
Siendo Presidente del Ayuntamiento el Sr. Lic. Camilo Anaya y Torres, procedió -el 15 de Enero de 1869- a darle nueva organización y obtuvo el Gobierno, por conducto del Lic. Albino Aranda, el local del ex-convento de las Capuchinas que fue donado por el Presidente de la República, el Lic. Benito Juárez. Se nombró Rector a don Cirilo Gómez Mendívil y los siguientes catedráticos: De Historia y Biografía, al Dr. Agustín Rivera y Sanromán; De Gramática Latina, al Sr. Lázaro Torres; De Gramática Castellana, al Sr. Eliseo Rico; de Aritmética, Álgebra y Geometría, al Sr. Vicente Veloz; de Teneduría de Libros, al Sr. Refugio González; de Francés, al Sr. Justino Frade; de Dibujo Lineal y Gimnasia al expresado rector y de Música, al Sr. Ramón H. Iriarte.
Como miembro del Ayuntamiento, el Sr. Dr. Don Antonio Barajas Informó -en 1876- del mal estado de las cosas en los planteles y vino un período estacionario entre los años de 1880 a 1888, bajo nueva Dirección, en cuyo término cursaron facultad menor, cerca de 50 alumnos, sin contar con las Cátedras de Dibujo y Música.
De 1888 a 1889 tuvo una época de brillante actuación al frente de los Liceos, el Dr. Don Alejandro Martín del Campo, logrando mejorar los planes educativos.
Debido a la fundación de estos Colegios, el nivel cultural de la población de Lagos alcanzó gran prestigio la generación de alumnos que ha dado brillo a nuestro pueblo, salió de esas aulas.
Al tomar el Gobierno, bajo su custodia, los bienes de la fundación, vino una situación difícil que después de mil vicisitudes dio término al capital y sólo dejó de estos planteles un montón de ruinas. En 1935, lamentablemente para celebrar el centenario de la donación Don Miguel Leandro Guerra, se cerraron definitivamente las puertas del plantel. Sin embargo, en el corazón de los laguenses quedará imborrable el nombre del benefactor que durante el siglo XIX y parte del XX formó brillantes generaciones de laguenses soñando con un Lagos mejor.
Al tomar el Gobierno, bajo su custodia, los bienes de la fundación, vino una situación difícil que después de mil vicisitudes dio término al capital y sólo dejó de estos planteles un montón de ruinas. En 1935, lamentablemente para celebrar el centenario de la donación Don Miguel Leandro Guerra, se cerraron definitivamente las puertas del plantel. Sin embargo, en el corazón de los laguenses quedará imborrable el nombre del benefactor que durante el siglo XIX y parte del XX formó brillantes generaciones de laguenses soñando con un Lagos mejor.
Fuente: http://www.lagosdemoreno.com.mx/pres/Archis/Miguel_leandro_guerra.htm
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